De nuevo nos dimos una escapada a Ciudad Guzmán también conocido como Zapotlán el grande, una ida en la que hubo mucha comida y buena plática, a la que asistimos si mal no recuerdo 12 personas, entre amigos y conocidos.
Ya son pocas las veces que puedo salir a convivir con mis amigos de esta manera, era una de las cosas que daba por sentado y que ahora me doy cuenta que es complicado que vuelvan a darse con mucha frecuencia, más que nada porque ya muchos trabajamos, otros se han ido al extranjero, algunos otros ya estamos casados, etc. igual atesoraré estos momentos con más cuidado ya que son cada vez más escasos.
Llegamos el sábado a Guzmán para comprar algunos víveres en el soriana, no hizo falta comprar mucho pues nos proveerían de botana, comida y bebida en nuestra estancia por lo que compré un refresco, unas galletas de avena para marear el hambre y unas papas, al llegar a las cabañas nos establecimos, jugamos un poco de billar y nos fuimos a comer, hubo bastante botana y una birria muy buena, además de tamales de postre y pastel, comí demasiado por lo que el resto de la tarde y hasta ya entrada la noche no comí nada, me sentía demasiado lleno.
Durante la noche me puse a jugar escoba con la baraja española, pasaron las horas y llegaron las 4:00 AM, era hora de dormir, entre gritos y cánticos borrachos de mis amigos me acomodé en un sillón y me fui al reino de los sueños.
Desperté al día siguiente a las 10:00 AM y después de espabilar un poco y de ver como los demás se despertaban me encaminé junto con ellos a comer algo de desayuno, había longaniza con huevo, papas con chorizo y pozole, por lo que hubo otra comilona, nos fuimos a bajar la comida a las cabañas y a eso de las 3 regresamos a Guadalajara, bien comidos, y algo desvelados, algunos crudos o todavía pedos.