Hace no mucho tiempo uno podía caminar por las calles del centro de esta rara y bella ciudad, me refiero por supuesto a Guadalajara, sin tropezarse con decenas de vendedores ambulantes que ofrecen "chucherias" a cuanto incauto se les atraviesa, quizás siempre fue así y quizás soñé con un centro histórico libre de estos comerciantes.
No tengo nada en contra de estos sujetos, respeto su derecho a buscarse el pan de cada día, y es que hay que comer, solo veo con tristeza que esta es la ciudad que queremos los Tapatios llena de estos puestos improvisados llenos de mercancías a veces útiles y a veces totalmente desechables, y es que haciendo un análisis frío, ellos están ahí porque hay dinero, porque nos gusta (y no me incluyo entre las personas que compran a ambulantes sino me incluyo como la masa de tapatios que habitan en esta ciudad, la mayoría que no permite el cambio) comprar cosas baratas en la calle, no encuentro otra explicación, muchos de los productos que ofrecen están también en establecimientos perfectamente legales dentro de tiendas perfectamente establecidas, aunque, efectivamente a un mayor costo, el domingo que fui al Mercado Libertad también conocido como San Juan De Dios al bajarme del macrobus en la estación se encontraba un joven vendiendo memorias USB de 16GB de capacidad a 20 pesos, quiero creer que estas USB funcionaban y tenían la capacidad que aparecía en la caja, pero, y si no, ¿iba uno a reclamarle al tipo que la USB no funcionaba?, obviamente podría hacerse pero, vale la pena el reclamo y el viaje de nuevo al centro para recuperar esos 20 pesos, y con la incertidumbre de si en verdad encontraremos a ese vendedor ambulante con las USB, estoy viéndome muy pesimista la verdad es probable que las USB funcionaban correctamente y eran toda una ganga.
En otras ciudades castigan el ambulantaje y lo prohíben con severidad pero aquí no sirve prohibirlo pues nuestra hambre por productos callejeros es insaciable, da tristeza de verdad saber que no se podrá ver el centro libre de comerciantes durante mucho tiempo...
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