El día de ayer de nueva cuenta fuimos a las ya míticas canchitas de San Jorge para armar una cascarita como las que jugaba en los tiempos de antaño de mi juventud, una vez más nos juntamos 8 personas para hacer rodar el balón y jugar un rato futbol, sin llevar el marcador, sin tiempo predefinido, solamente jugar futbol por el placer de hacerlo, para lograrlo tuve que convocar gente de la oficina y amigos incondicionales, los asistentes, Quique, Diego, Rogelio, Gaeta, Ian, Sainz y Banda, los 8 necesarios para armar un buen partido.
La cancha estaba mojada, así que tuvimos que hacer labores de limpieza antes de poder jugar, a alguien se le ocurrió pintar la cancha de color blanco lo cual creaba zonas en las que la rugosidad del concreto era casi nula y ocasionaban caídas, sin embargo, creo que se pudo jugar bien, quedamos en ir el siguiente sábado por lo que esperemos poder lograr que se armen las retas sabatinas.
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