Al día siguiente todos mis colegas se levantaron con una cruda monumental y creo que solo se despertaron por el hecho de que el inclemente sol los estaba literalmente asando en sus propios jugos, y es que una casa de campaña puede protegerte de los elementos hasta cierto punto (como de la lluvia, del sereno, de los insectos y algunos animales pequeños), pero cuando se trata de los rayos del sol, es mejor estar debajo de un árbol (o en este caso una palmera), o de alguna palapa que estar dentro de una casa de campaña, yo por mi parte desperté temprano y guarde mis cosas en la casa de campaña grande para poder argumentarle a doña petra que no había dormido en mi casa individual, justo después de despertar completamente Horacio, "el Resumen" y yo buscamos un lugar en el pueblo para desayunar, después de caminar un poco encontramos un lugar donde servían desayunos y tras consumir uno de los mejores platos de pan francés que he probado regresamos al "campamento" para continuar con la tirada de hueva (que vaya que había bastante acumulada para tirar) no paso demasiado, a excepción de que se nos cayó la ramada en la que nos estábamos refugiando del astro rey, gracias a la acción de Horacio, el cual quería hacer unas Barras usando los travesaños de la endeble estructura hecha con ramas malcortadas y a medio enterrar, y que ya caída tuvimos que rearmar.
Ese día yo quería meterme a nadar al mar un rato, pero la marea tenia otros planes y justo después del medio día cuando la temperatura ambiente ya había subido unos cuantos grados, a poseidon se le ocurrió arrojar sus olas mas fuertes impidiendo así que muchas personas pudieran permanecer durante un tiempo considerable dentro de las aguas de la playa, yo intente quedarme un rato dentro del mar pero me fue imposible, un par de olas bastante grandes casi me revuelcan y tuve que salir del agua prematuramente. Derrotado y un poco cansado me fui a comer a un restaurante llamado "la chalupa" con Ian, mi Hermano y el Pato.
Este día recibimos la visita de Memo y Karla Ivette, los cuales se dirigían a Puerto Vallarta y decidieron pasar un rato con nosotros antes de irse para allá, estuvimos conviviendo durante la tarde escuchando la música en vivo que estaban interpretando algunas bandas en un escenario que se encontraba a escasos metros de nuestro asentamiento.
Después de un rato de volver a tirar hueva, la noche llego y con ella el consumo de copiosas cantidades de alcohol de parte de mis compañeros de acampada, el día termino tal y como termino el anterior, con todos alcoholizados hasta la medula, a excepción de mi persona claro esta.
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