Qué tan difícil puede ser escribir 1000 palabras
en un día, cuando no se tiene nada que decir es extremadamente
difícil, pero quizás es también cuando uno puede dejar que las
palabras nos conduzcan hacía algún lugar inesperado, intentaré
escribir 1000 palabras en este momento, sin despegarme de la
computadora, digo que lo intentaré pues no estoy seguro si me
interrumpirá alguien, en este momento estoy en la oficina y es
bastante común desde hace un año más o menos que no tenga más de
40 minutos de paz y tranquilidad para trabajar a mi ritmo, para
pensar, para resolver los problemas del día a día sin
interrupciones.
Justo en este momento tuve una interrupción, poco
más de 100 palabras escritas y Pepe llegó a mostrarme un libro que
estuvo leyendo, así ha sido mi vida este último año, una
interrupción tras otra, extraño aquellos días de mi juventud en
los que podía estar todo un día sin ser interrumpido, sin ser
requerido, y no es que me guste la soledad, sino que a veces la
disfruto.
Aún no me he acostumbrado a esta nueva etapa de
mi vida pero sé que eventualmente lo haré, los momentos solitarios
de introspección y de reflexión serán más y más escasos ya que
muy probablemente tendré más y más responsabilidades.
Mientras he estado escribiendo estas palabras me
han interrumpido 3 veces, la primera, ya la mencioné fue Pepe
mostrándome su libro de Star Wars, la segunda, también Pepe
preguntando si me gusta leer, y la tercera la de Omar Alejandro,
preguntándome si tengo un kindle.
Ahora mismo van apenas poco más de 270 palabras,
es difícil decir con exactitud cuantas palabras llevo escritas
puesto que con cada palabra que escribo para decir el número de
palabras, este se incrementa, así que debo usar solamente un número
aproximado, aunque justo cuando iba a escribir el número 270, se
cumplieron las 270 palabras, me estoy dando cuenta de que no es una
taera fácil y que plasmar ideas o lo poco que tengo que decir se
puede hacer con un número relativamente pequeño de palabras, poco
menos de 300 quizás.
En este momento estoy escuchando algo de música
instrumental para escribir, literalmente el primer resultado de una
búsqueda en youtube, "writing music", son notas de piano
relajantes y que me ayudan a desconectarme del mundo a mi alrededor
por unos minutos, no es infalible puesto que sigo conectado al mundo
real, ya no me voy a ese lugar en mi mente donde solamente existía
la tarea que estaba realizando, la música y yo, lo cual me recuerda
un tema que quería abordar unas líneas arriba y que por alguna
razón no lo hice, antes solía colocarme los audífonos y comenzaba
a trabajar sin que nadie me molestara, quizás el ocasional llamado
por parte de mi jefe inmediato o la ocasional llamada por teléfono
de algún cliente, pero nada más, podía pasar un par de horas
dedicado completamente a mi trabajo sin necesidad de distraerme, no
sé si eso me hacía más eficiente pero si me ayudaba a trabajar con
mucho menos estrés.
El estrés ha sido parte de mi vida durante mucho
tiempo pero nunca como ahora mismo, si, solía tenerlo cuando estaba
estudiando la carrera, pero en mucho menor medida, llegaba en la
época de los exámenes y en la de entrega de trabajos finales, pero
duraba poco y se esfumaba en las largas semanas de vacaciones en las
que podía dedicarme al ocio y al descanso. Era casi inexistente en
mi etapa de estudiante de preparatoria, secundaria y primaria, y no
recuerdo mucho de mis primeros años de docencia en preescolar pero
supongo que era nulo. A partir de mi entrada a la fuerza laboral de
este gran país el estrés, el condenado estrés ha ido en aumento,
más que nada por el hecho de que ya debo valerme por mi mismo, y no
solamente de mi mismo, sino que también de mi pareja, y si en un
futuro decido tener descendencia también tendré que ser responsable
por ellos, ser responsable de una vida.
Como dije al principio, no sabía hacia a donde me
llevarían las palabras y parece que me han llevado hacia la
introspección de mis preocupaciones correspondientes a la etapa de
la edad adulta, al miedo de caer y no poderme levantar, a veces me
pregunto si mi padre ha sentido lo mismo en algún punto de su vida,
y con cada día que pasa tengo más y más certeza de que si, es
cierto eso que te dicen cuando eres pequeño "cuando tengas mi
edad lo entenderás" es una promesa más que una advertencia, el
tiempo se encarga de hacernos entender a nuestros padres, a los
adultos que intentaban explicarnos la complejidad de la vida adulta,
a nosotros, unos niños que no teníamos ni idea de lo que la vida
nos tenía preparados.
Me pongo a pensar, tengo 35 años, a mi edad mi
padre ya tenía dos hijos, a mí y a mi hermano ya tenía que pagar
las colegiaturas del preescolar y tenía que llevarnos a la escuela,
tenía que preocuparse por proveer lo suficiente para nosotros y
nuestra madre, 3 bocas que alimentar además de la suya, no me
imagino que estaría haciendo yo a esta edad con 2 hijos, solamente
puedo imaginar que el tenerlos me habría dado muchas lecciones que
no tengo todavía y que probablemente ahora mismo tendría una manera
algo diferente de pensar, ya que hay veces que miro hacia el pasado y
me pregunto ¿cómo hacía para ir a trabajar a Tonalá por las
mañanas y a la carrera por las tardes? ¿cómo le hacía para
trabajar de lunes a sábado hasta el medio día y luego ir a clases
de japonés? y bueno, la respuesta era, porque ahí estaban mis
padres, apoyándome, dándome un lugar donde dormir, comida, y dinero
para gastar con los amigos, y lo hicieron mucho más tiempo del que
era necesario, eso hace cuestionarme si yo tendré lo necesario para
hacerlo con mis hijos si llego a tenerlos, y aún no lo sé, espero
poder averiguarlo.
Ya fueron más de 1000 palabras, me tardé un poco
más de 20 minutos en escribirlas, se ve que es bastante complicado
pero no es imposible.