octubre 25, 2019

1000 palabras.

Qué tan difícil puede ser escribir 1000 palabras en un día, cuando no se tiene nada que decir es extremadamente difícil, pero quizás es también cuando uno puede dejar que las palabras nos conduzcan hacía algún lugar inesperado, intentaré escribir 1000 palabras en este momento, sin despegarme de la computadora, digo que lo intentaré pues no estoy seguro si me interrumpirá alguien, en este momento estoy en la oficina y es bastante común desde hace un año más o menos que no tenga más de 40 minutos de paz y tranquilidad para trabajar a mi ritmo, para pensar, para resolver los problemas del día a día sin interrupciones.
Justo en este momento tuve una interrupción, poco más de 100 palabras escritas y Pepe llegó a mostrarme un libro que estuvo leyendo, así ha sido mi vida este último año, una interrupción tras otra, extraño aquellos días de mi juventud en los que podía estar todo un día sin ser interrumpido, sin ser requerido, y no es que me guste la soledad, sino que a veces la disfruto.
Aún no me he acostumbrado a esta nueva etapa de mi vida pero sé que eventualmente lo haré, los momentos solitarios de introspección y de reflexión serán más y más escasos ya que muy probablemente tendré más y más responsabilidades.
Mientras he estado escribiendo estas palabras me han interrumpido 3 veces, la primera, ya la mencioné fue Pepe mostrándome su libro de Star Wars, la segunda, también Pepe preguntando si me gusta leer, y la tercera la de Omar Alejandro, preguntándome si tengo un kindle.
Ahora mismo van apenas poco más de 270 palabras, es difícil decir con exactitud cuantas palabras llevo escritas puesto que con cada palabra que escribo para decir el número de palabras, este se incrementa, así que debo usar solamente un número aproximado, aunque justo cuando iba a escribir el número 270, se cumplieron las 270 palabras, me estoy dando cuenta de que no es una taera fácil y que plasmar ideas o lo poco que tengo que decir se puede hacer con un número relativamente pequeño de palabras, poco menos de 300 quizás.
En este momento estoy escuchando algo de música instrumental para escribir, literalmente el primer resultado de una búsqueda en youtube, "writing music", son notas de piano relajantes y que me ayudan a desconectarme del mundo a mi alrededor por unos minutos, no es infalible puesto que sigo conectado al mundo real, ya no me voy a ese lugar en mi mente donde solamente existía la tarea que estaba realizando, la música y yo, lo cual me recuerda un tema que quería abordar unas líneas arriba y que por alguna razón no lo hice, antes solía colocarme los audífonos y comenzaba a trabajar sin que nadie me molestara, quizás el ocasional llamado por parte de mi jefe inmediato o la ocasional llamada por teléfono de algún cliente, pero nada más, podía pasar un par de horas dedicado completamente a mi trabajo sin necesidad de distraerme, no sé si eso me hacía más eficiente pero si me ayudaba a trabajar con mucho menos estrés.
El estrés ha sido parte de mi vida durante mucho tiempo pero nunca como ahora mismo, si, solía tenerlo cuando estaba estudiando la carrera, pero en mucho menor medida, llegaba en la época de los exámenes y en la de entrega de trabajos finales, pero duraba poco y se esfumaba en las largas semanas de vacaciones en las que podía dedicarme al ocio y al descanso. Era casi inexistente en mi etapa de estudiante de preparatoria, secundaria y primaria, y no recuerdo mucho de mis primeros años de docencia en preescolar pero supongo que era nulo. A partir de mi entrada a la fuerza laboral de este gran país el estrés, el condenado estrés ha ido en aumento, más que nada por el hecho de que ya debo valerme por mi mismo, y no solamente de mi mismo, sino que también de mi pareja, y si en un futuro decido tener descendencia también tendré que ser responsable por ellos, ser responsable de una vida.
Como dije al principio, no sabía hacia a donde me llevarían las palabras y parece que me han llevado hacia la introspección de mis preocupaciones correspondientes a la etapa de la edad adulta, al miedo de caer y no poderme levantar, a veces me pregunto si mi padre ha sentido lo mismo en algún punto de su vida, y con cada día que pasa tengo más y más certeza de que si, es cierto eso que te dicen cuando eres pequeño "cuando tengas mi edad lo entenderás" es una promesa más que una advertencia, el tiempo se encarga de hacernos entender a nuestros padres, a los adultos que intentaban explicarnos la complejidad de la vida adulta, a nosotros, unos niños que no teníamos ni idea de lo que la vida nos tenía preparados.
Me pongo a pensar, tengo 35 años, a mi edad mi padre ya tenía dos hijos, a mí y a mi hermano ya tenía que pagar las colegiaturas del preescolar y tenía que llevarnos a la escuela, tenía que preocuparse por proveer lo suficiente para nosotros y nuestra madre, 3 bocas que alimentar además de la suya, no me imagino que estaría haciendo yo a esta edad con 2 hijos, solamente puedo imaginar que el tenerlos me habría dado muchas lecciones que no tengo todavía y que probablemente ahora mismo tendría una manera algo diferente de pensar, ya que hay veces que miro hacia el pasado y me pregunto ¿cómo hacía para ir a trabajar a Tonalá por las mañanas y a la carrera por las tardes? ¿cómo le hacía para trabajar de lunes a sábado hasta el medio día y luego ir a clases de japonés? y bueno, la respuesta era, porque ahí estaban mis padres, apoyándome, dándome un lugar donde dormir, comida, y dinero para gastar con los amigos, y lo hicieron mucho más tiempo del que era necesario, eso hace cuestionarme si yo tendré lo necesario para hacerlo con mis hijos si llego a tenerlos, y aún no lo sé, espero poder averiguarlo.
Ya fueron más de 1000 palabras, me tardé un poco más de 20 minutos en escribirlas, se ve que es bastante complicado pero no es imposible.

No hay comentarios.: